Nuevamente el gobierno trata de confundir a la población.
El Ministerio de Economía y Finanzas, en una reciente e inusual nota de prensa, ha afirmado que la política de control de precios del presidente Juan Carlos Varela Rodríguez ha permitido un ahorro de B/. 63.11 en el costo de la canasta básica familiar. Esto amerita los siguientes comentarios:
1. Si se lee con cuidado la citada nota de prensa queda claro que la cifra se refiere al supuesto ahorro acumulado en los últimos cinco meses (julio – noviembre), por lo que para encontrar el valor mensual promedio se tendría que dividir la misma entre 5. De ahí resulta una cifra mensual de apenas B/. 12.62, la cual contrasta con las promesas del presidente de generar un ahorro mensual d B/. 58.00. En sus propios términos la meta mostraría un nivel de incumplimiento del 78.2%.
2. Más allá de eso, el supuesto ahorro no toma en cuenta el alza de precios de algunos productos que no están sujetos a la política de control de precios. Hasta octubre el azúcar mostraba una tasa de crecimiento de su precio equivalente al 10.5%, mientras que a nivel mundial su precio se redujo en 8.2%. El café y el té, por su parte, sufrieron un incremento de precios de 5.4% en el mismo período, mientras que los quesos, la mayor parte de los cuales no tienen precios controlados, mostraron un crecimiento de precios anuales equivalente al 10.3%. Hasta octubre el índice de precios de alimentos y bebidas se elevó en 2.1% anual.
3. Lo que parece peor en todo esto es la falta de probidad científica en el manejo de los datos. Esto es claro en tres elementos claves:
a. El ahorro, como se le enseña a todo estudiante principiante de economía, es una variable flujo, es decir su valor solo tiene sentido si se hace referencia al lapso de tiempo en que ocurre el fenómeno. Tratar de confundir el ahorro en cinco meses con el mensual solo tiene dos explicaciones: un intento de falsear la realidad o un desconocimiento total de cómo se manejan los conceptos económicos.
b. Eliminar de la canasta básica alimenticia productos tan fundamentales como el azúcar, el café, el aceite comestible y otros no tiene ninguna explicación racional. ¿Será que alguno de los productos excluidos están relacionados con donantes de la campaña política?
c. El hecho de que se haya cambiado en noviembre el año base del Índice de Precios al consumidor y no se haya calculado el mismo ni siquiera para el 2013, no solo dificulta el análisis de la inflación de alimentos, de hecho prácticamente liquida la posibilidad de utilizar este instrumento para la evaluación de la política de precios gubernamentales.
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